Dispositivo “Recuperación en Comunidad”

Región: Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Lugar y población: La experiencia fue y es sostenida por el equipo de trabajadores/as del dispositivo de Recuperación en Comunidad de Proyecto Suma, institución dedicada a la asistencia, recuperación e inclusión social de personas con padecimientos mentales. Se trabajó con una población de 110 usuaries que venían participando del dispositivo previo a la declaración del ASPO en marzo de 2020, la cual se mantuvo relativamente estable más allá del cambio en la modalidad de trabajo. El dispositivo de Recuperación en Comunidad es un dispositivo de salud mental comunitaria que se dirige a población que se encuentra atravesando por un período de estabilidad en su padecimiento, que tienen resuelto el soporte individual (nos referimos al armado de un equipo tratante); que no vienen directamente de una internación y que, y éste es quizás el criterio decisivo, comienzan a conectarse con el deseo, las ganas de retomar y rediseñar proyectos vitales. El equipo del dispositivo está compuesto distintas áreas: Talleres (expresivo-artísticos, laborales, recreativos, de capacitación en habilidades útiles para la vida diaria); Clínica (compuesta por psicólogas y una psiquiatra referente, quienes acompañan el recorrido singular de cada usuarie por el dispositivo) y Coordinación. Funciona además un espacio de Reunión Abierta a la Comunidad que convoca a las familias, vecines, amigues y redes en general de les usuaries para trabajar en torno a distintas problemáticas que surgen en ese mismo espacio, principalmente referidas a la defensa de derechos de las personas con padecimientos mentales.
Contexto y Problema que motivó el desarrollo de la experiencia: A partir de la declaración del ASPO en el mes de marzo del corriente, desde el ReC, inicialmente se produce el cambio a modalidad virtual de todos los talleres, del mismo modo las referentes comienzan a tener entrevistas con les usuaries que acompañan por vía virtual. Asimismo, la institución funciona con guardias de lunes a viernes de 12 a 15hs, para abordaje presencial de las situaciones que así lo requieran.
Objetivos y descripción de las acciones realizadas: En primer lugar, las entrevistas de referencia pasaron a ser por vía virtual, en función de las posibilidades de les usuaries (algunes por llamado telefónico, otres por videollamada, otres por plataformas tipo zoom). También se articula con la red de soporte de les usuaries, para facilitar el acceso a medios para comunicarse. Al principio algunes se muestran reticentes, pero posteriormente se van habituando a estos nuevos modos de comunicarnos. Cuando es necesario, se cita a les usuaries de manera presencial, configurándose referencias “cruzadas” o compartidas en las que se brinda seguimiento entre distinas profesionales. Por otra parte, los talleres también pasaron a funcionar de modo virtual. Algunos funcionan a través de plataformas tipo zoom; otros mediante grupos de whatsapp en los que se comparten textos, videos y audios. Como acciones específicas, podemos enumerar varias: el taller de radio comenzó a circular su producción a través de Spotify y eligieron nombre para el programa: “Oigo Voces”; se realizó la campaña “Te llamo, me llamás” a través de la cual se busca potenciar las redes entre pares para atravesar este particular momento; desde las referencias se organizaron intercambios entre usuaries para favorecer el lazo; el Grupo de Lectura y Escritura convocó a usuaries, familiares y profesionales a una “Cruzada Literaria” en la que cada une envió un video leyendo una producción suya o de otres para una producción final que se integrará al Encuentro Patas Arriba 2020; se generó una publicación virtual desde el Grupo de Acompañamiento a Proyectos; se consiguieron celulares para aquelles usuaries que lo requirieran; se conformó un grupo en Facebook para familiares y redes a fin de tener un espacio de encuentro aunque fuera virtual; se está pensando en convocar una Reunión Abierta a la Comunidad para abordar la cuestión del estigma en salud mental.
Logros obtenidos y Principales facilitadores de la experiencia: Al tratarse de una población que en líneas generales pertenece a sectores de clase media, cuentan con herramientas tecnológicas y posibilidad de generar espacios propios dentro de sus hogares para participar de las actividades. En términos generales, además, cuentan con redes de sostén familiar que facilitan también dicha participación. El hecho de tratarse de un dispositivo “flexible” que trabaja con pacientes estables que en gran parte no requieren de un soporte intensivo diario ni de muchas horas, facilitó en cierta medida el pasaje a la modalidad virtual. Tanto los talleres como los espacios de referencia se estén sosteniendo y, aún más, generando nuevas producciones. Como equipo de trabajadores/as hemos podido sostener la red y continuar articulando interdisciplinariamente, poniendo en juego estrategias de mutuo cuidado. Del mismo modo, esto permitió y permite abordar situaciones complejas aún sin contar con las herramientas que ofrecía la presencialidad. En este punto, se desplegó la creatividad del equipo para abordar situaciones complejas por vías inusuales (zoom de todo el equipo con el/la usuarie, referencias compartidas, citar diariamente por guardia, entre otras).
Condiciones o factores obstaculizadores de las actividades: Algunes usuaries presentan dificultades para participar con esta nueva modalidad. En muchas ocasiones, además, el estar participando en el interior del hogar genera intromisiones de los familiares en diversos espacios, obstaculizando la tarea. Si bien se trata de usuaries con cierta estabilidad, en general sufren de padecimientos mentales graves que en ocasiones se han visto acentuados, habiéndose constituido en un desafío el abordaje sin todas las herramientas que brinda la presencialidad. Además, la falta de encuentros y conversaciones que habilitaba la presencialidad entre les integrantes del equipo dificulta la cohesión grupal y la posibilidad de pensar estrategias conjuntas.
Análisis de la experiencia – Principales aspectos a destacar: A partir de la irrupción de la pandemia, como institución y particularmente como dispositivo de salud mental comunitaria, nos vimos en el desafío de repensar los modos de contener y acompañar en lo agudo, así como de repensar y reconfigurar proyectos vitales de les usuaries a la luz de este inusual acontecimiento. Del mismo modo, constituyó y constituye un desafío para nosotres como comunidad de trabajadores/as y como grupo atravesar esta particular situación, contemplando el modo en la misma afectó también nuestra subjetividad y limitó nuestra disponibilidad de tiempo y energía para la tarea. La transformación del dispositivo se produjo paulatinamente, y podríamos decir que es un proceso “vivo” en el sentido de que está en constante transformación, intentando ubicar a partir del ensayo y de la apuesta, qué estrategias funcionan y cuáles no. En este sentido, valoramos la posibilidad de repensarnos, de dejarnos interpelar, dado que creemos que la plasticidad y la posibilidad de revisar nuestras prácticas contribuyen a mejorar la salud mental tanto de usuaries como de trabajadores. En este punto, se producen movimientos instituyentes que valoramos particularmente. Vemos, además que, frente a la adversidad, algunas redes se han visto fortalecidas, del mismo modo que la comunicación con algunos actores clave (familia, equipo tratante, actores de la comunidad, etc.). Creemos que esto, en el marco de la solidez del dispositivo (tanto talleres como área clínica), permitió que casi todes les usuaries siguieran sosteniendo su participación.
Destacamos que en este lapso de tiempo no se han producido internaciones, siendo que acompañamos a usuaries con múltiples internaciones (e intervenciones psiquiátricas) y que no lo hacemos en un ámbito hospitalario donde hay una guardia activa disponible siempre a la cual derivar. Como hipótesis de trabajo, además de los factores facilitadores mencionados, creemos que el dispositivo produce una trama entre la referente (o las referentes intervinientes), talleristas, compañeres, habilitando distintas transferencias/lazos que permiten sostener en (casi) todo momento. A veces más ligada a la referencia, otras más ligadas a dinámicas grupales. Ubicamos también la disponibilidad que implica el rol, un “estar en referencia”, saber que alguien está siempre del otro lado (aún en modalidad virtual, a través de un llamado o mensaje de whatsapp). Podríamos pensar a la referencia como un colectivo que funciona al modo de una guardia pasiva 7/24. Resulta insoslayable señalar que el complejo contexto sanitario, la ausencia de los cuerpos como modo de “prevenir” la posibilidad de enfermar o morir, producen angustia y agujerean nuestra realidad, nos interpelan en nuestro fuero más íntimo. No buscamos negarla, sino quizás bordearla. En ausencia de la posibilidad corpórea, inventamos una corporalidad diferida, con un poco de delay, intermitente a veces. No suple, pero sostiene. Encontrarnos, aún en aislamiento, y construir algo distinto del miedo al otro, parece ser una tarea posible desde un dispositivo eminentemente comunitario y generador de salud y creatividad.
Facilitadoras:
- Gabriela Lachowicz (Coordinadora ReC)
- Eugenia Toriggia (Co-coordinadora ReC)
- Gabriela Golluscio (Referente ReC)
- Luciana Stampella (Referente ReC)
- Melisa Fiore (Referente ReC)
Moira
04/06/2021 at 10:49 amEsta genial el post. Un cordial saludo.